Convulsiones no epilépticas en los perros
A pesar de que la epilepsia es la causa más común de convulsiones en los perros, pueden experimentar convulsiones no epilépticas
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Las tres fases de las convulsiones en los perros
La diferencia entre las convulsiones causadas por la epilepsia y convulsiones no epilépticas es sólo la causa subyacente. Las convulsiones en los perros suelen tener tres fases. Aprender a detectar las señales de advertencia cuando por primera vez se hacen aparentes puede ayudar a mantener su perro seguro durante estos ataques, y puede dar señales sobre lo que puede ser la causa.
- Fase pre-ictal - Esta fase puede durar unos pocos segundos a unas pocas horas. Esta es la fase previa a la convulsión en toda regla. Los perros se harán reaccionar, y pueden ignorar sus órdenes. La inquietud y espasmos de las extremidades pueden dar lugar a temblores y gemidos incontrolables. El perro puede empezar a tomar y morder en el aire, en sus piernas o en los objetos cercanos o personas.
- Fase ictal - Esta fase se describe la aparición de la convulsión real. La mayoría de las convulsiones no epilépticas en los perros duran menos de cinco minutos, sin embargo, una convulsión prolongada es posible. El perro puede experimentar thrashing violenta de las extremidades, parálisis temporal, o ambos durante el curso de esta fase. La cabeza o el cuello pueden ser estiradas, acompañado por el crujir de los dientes o la salivación incontrolable. El control de los intestinos y la vejiga también puede ser imposible.
- Fase post-ictal - Una vez que pase el ataque, el comportamiento del perro puede todavía ser anormal para hasta varias horas. ceguera temporal puede ocurrir, así como la confusión y desorientación. Los perros pueden experimentar salivación excesiva acompañada de un intenso aumento de la sed o el hambre.
El tratamiento de las convulsiones no epilépticas en los perros
Las convulsiones que duran más de 5 minutos puede ser mortal para los perros. A medida que pasa el tiempo, si los perros siguen sufriendo recurrentes crisis no epilépticas, podría producirse un daño cerebral irreversible. Es muy importante tomar medidas para evitar que esto suceda. Un cambio en la dieta puede mejorar de forma significativa. Los alimentos de baja calidad plagados de productos químicos, agentes colorantes y tintes pueden contribuir al desarrollo de convulsiones crónicas. Limitar la exposición a las toxinas mediante la alimentación de los alimentos naturales, asegurando limpiadores químicos y venenos, y reducir el uso de ciertos metales como plomo, mercurio o aluminio.
Los perros que experimentan convulsiones deben ser estrechamente monitorizados. Un fármaco anticonvulsivo puede ser prescrito por un período de 1 a 2 semanas. Si se presentan las crisis convulsivas, se suspenderá la medicación lentamente. tratamiento en curso con estos medicamentos será determinado por la siguiente aparición de convulsiones. Si los perros experimentan convulsiones durante más de 5 minutos a la vez, o más a menudo que una vez al mes, puede ser necesario administrar medicación diaria. No se recomienda la suspensión de medicamentos anticonvulsivos pronto ya que esto podría provocar convulsiones, incluso en perros sanos.